¿Qué es un falso techo?
Un falso techo es cualquier techo secundario descolgado de un forjado cuya función básica es la de ocultas instalaciones, mejorar la acústica y embellecer los espacios.
Su concepto más extendido es el falso techo, pero también podemos referirnos a él como techo técnico o techo desmontable. Cualquier techo que se incluya en el desarrollo de un proyecto es tangible y forma parte del ambiente. Aporta funcionalidad y juega un papel prioritario en el diseño. Cuando hablamos de falso techo nos da la sensación de que no tiene importancia como elemento secundario, nada más lejos de la realidad.
Principales beneficios de utilizar un falso techo
Las principales ventajas que ofrecen estos sistemas son básicamente 4:
- Estética: Ofrece una gran variedad de soluciones que se adaptan a los requisitos de diseño del arquitecto. Pero en un entorno estandarizado y de seguridad por las normas que la industria proveedora se impone cumplir a la hora de fabricar los techos.
- Confort acústico: Datos como el coeficiente de absorción acústica o el coeficiente de reducción de ruido, son parámetros medibles intrínsecos de estas soluciones. Suponen un gran interés a la hora de utilizar los techos suspendidos ya que aportan, en todo caso, ese confort acústico de gran importancia en los edificios de cualquier tipología.
- Registrabilidad: Esto es la posibilidad de acceder fácilmente a la parte superior del techo para disimilar todas las instalaciones. Tales como los circuitos eléctricos o informáticos, los aires acondicionados, las luminarias…etc. Además, esta facilidad de acceso debe de ser permanente ya que se dan a menudo reparaciones o actualizaciones de instalaciones. Por eso también a los techos suspendidos se les llama desmontables.
- Durabilidad: La calidad de los techos en su manufactura debe de ser impecable para garantizar una durabilidad importante. Y hay soluciones que garantizan más que otras la durabilidad, como lo puede ser un techo metálico en lugar de que sea de fibra mineral, por ejemplo.
Podemos decir que el uso de los techos suspendidos en el diseño arquitectónico tiene una importancia relevante. Esto se debe a que proporcionan al arquitecto la posibilidad de crear espacios interiores con una estética avanzada. Todo ello sin perder la funcionalidad que proporciona el techo suspendido.
Son de fácil instalación. Tienen la posibilidad de ser desmontados para acceder a la parte superior en caso de llevar a cabo instalaciones o reparar las mismas. Cuentan con una buena durabilidad y características para la mejora acústica y de limpie. Además, los techos suspendidos son productos especializados que la industria manufacturera lleva años estandarizando y adaptando a necesidades de diseño. Cumplen importantes normas de seguridad, y esto es de vital importancia para el Arquitecto que cada vez lo tiene más presente.
En resumen, los falsos techos se caracterizan por su diseño, funcionalidad, seguridad y mejora acústica.
El aislamiento acústico. Principal ventaja de un falso techo
El aislamiento acústico es la capacidad de un material para crear una barrera frente al ruido. Evitando de esta forma que éstos traspasen al exterior o al interior, garantizando el confort de la estancia, sala o vivienda. Esta propiedad viene determinada normalmente por la masa. A mayor densidad del material mayor capacidad de aislamiento. Acompañar a los techos suspendidos con complementos para incrementar el aislamiento es lo más común cuando se exige una alta capacidad de aislamiento al ruido (lana de roca…).
Otro concepto distinto es la absorción acústica tal vez más valorada en los proyectos en los que hemos participado. Existe una gran gama de techos destinados a mejorar la absorción acústica en función de las necesidades que se exijan en cada obra: desde techos de fibra mineral con coeficientes acústicos elevados, hasta los diferentes tipos de techos metálicos con absorciones medias únicamente acompañados con velos acústicos de escaso espesor.
Importancia del falso techo como elemento decorativo
Cada vez hay más instalaciones de techos técnicos o desmontables con una alta carga estética y decorativa. En este sentido, los techos metálicos se están convirtiendo por su polifuncionalidad en los protagonistas. Con ellos se cubren multitud de posibilidades y necesidades de la obra. Si hasta hace unos pocos años solían instalarse normalmente en oficinas, hoy en día su expansión y entrada en otros sectores se encuentra en alza: retail, hostelería o viviendas, entre otros. Su presencia cada vez es mayor y la tendencia sigue en crecimiento gracias a la importancia en la decoración.